Marcela estudió la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), recibida en el año 2008, hoy es titular de la empresa Lewis & Gibbons SRL, empresa que se dedica a Proyectos, Ejecución de obras y Conducción Técnica de edificios y casas.
Arquitecta
Marcela Gibbons
“Lo que más me gusta de mi trabajo es no tener una rutina, poder desempeñar las diferentes funciones que hacen al trabajo integral de gestión de obra.”
¿Qué camino educativo recorrió desde la secundaria hasta acá?
Al concluir la secundaria comencé a estudiar la carrera de Arquitectura en la Facultad de Arquitectura Planeamiento y Diseño de la U.N.R. Egresada en el año 2008. Posteriormente, realicé cursos y capacitaciones que complementan mi trabajo profesional. Hace 11 años formamos, junto a mi marido, la empresa Lewis & Gibbons SRL. Desde muy pequeña supe que quería ser arquitecta a pesar de no tener ningún referente en mi familia de esta profesión. A los 10 años dibujaba los planos de mi casa y de familiares.
¿Cómo es un día en su trabajo?
Cuando llego a la oficina nos reunimos con el equipo de trabajo para ver dudas, dar solución a los imprevistos que puedan surgir durante la construcción y acordar los avances de trabajo. Posteriormente me reúno con el sector administrativo para gestionar cronograma de pagos, compras, etc. En días puntuales se realizan las reuniones con clientes y contratistas o trabajadores contratados para las obras. Por la tarde, más tranquila, realizo las visitas a obra y avanzo en los nuevos anteproyectos para derivarlos posteriormente al equipo de trabajo.
¿Cuál es su parte favorita en el trabajo?
Lo que más me gusta de mi trabajo es no tener una rutina, poder desempeñar las diferentes funciones que hacen al trabajo integral de gestión de obra; desde lo administrativo hasta diseñar los diferentes proyectos tanto de edificios, casas, reformas, etc. preparando las diferentes propuestas de diseño para los clientes e inversores.
¿Por qué eligió trabajar en la construcción?
Sinceramente nunca fue algo pensado, nunca medí las ventajas, desventajas y consecuencias de la profesión. Me gustaba la idea de diseñar diferentes proyectos, los arquitectos idean soluciones y espacios que aúnen criterios de funcionalidad y estética y eso me parecía interesante. Desde que tengo uso de razón siempre quise ser arquitecta, pero nunca imaginé que el arquitecto debía cubrir tantos frentes que muchas veces nada tienen que ver con el diseño, pero que igualmente son tan enriquecedores como proyectar.
¿Qué le dirías a tu “yo” de 20 años?
Viaja todo lo que puedas, es el momento para viajar y ganar experiencia, con el tiempo y las responsabilidades laborales se dificultan los viajes. En la vida del arquitecto es muy enriquecedor conocer lugares nuevos, estilos de vida, arquitectura y urbanismo.
¿Cuáles son sus planes de futuro en tu carrera?
Actualmente, estoy estudiando nuevas tecnologías constructivas que poco tienen que ver con la construcción tradicional. En un futuro me veo realizando construcciones con diferentes tecnologías que aceleren métodos constructivos tradicionales. De todos modos, la construcción de edificios es nuestro fuerte en la empresa y lo venimos realizando desde hace 12 años.
¿Qué le dirías a alguien que quiere trabajar en la construcción?
Le diría que hay tres conceptos básicos a tener en cuenta para lograr el éxito: honestidad, idoneidad y perseverancia. Es un conjunto de conceptos que para mi entender no llegan al objetivo individualmente.
¿Tiene algún cable a tierra?
Mi cable a tierra es estar con mis hijos y mi marido, disfrutar de la familia, correr y viajar. Pero muchas veces mi cable a tierra también es trabajar, porque me encanta esta profesión, que en mi caso, más que una profesión, es un estilo de vida.
¿Algo que quieras compartir que inspire a otros en su recorrido profesional?
Les diría que tener un título no significa ser profesional, el profesional se hace con la experiencia, por lo que transiten el camino con responsabilidad y confianza, errores cometemos constantemente, que sirvan para nutrir nuestro trabajo, no frustrarnos, arriesgarse es la clave.